martes, 9 de noviembre de 2010

"IMPORTANCIA DE LA FAMILIA"

La familia es la base de la sociedad; en ella se aprenden los valores y los conocimiento esenciales que nos servirán para toda la vida, sin la familia no existirá el desarrollo individual, si no estuviéramos forzados por lo que nos han brindado cada uno de nuestros familiares.
Antiguamente la familia constituía un régimen autoritario en el que el poder se le otorgaba completamente al padre y todas las decisiones giraban a su alrededor. En la actualidad todos tenemos los mismos derechos, porque somos seres humanos, personas regidas por un mismo gobierno democrático.
La familia es muy importante en la sociedad. Exponiendo este caso en una analogía, tenemos a la sociedad como un árbol, en donde sus raíces deben ser la familia. La familia es soporte de amor, educación, la familia es valor.
No tratemos de negarlo, la familia es esencial para nuestro pleno desarrollo como seres humanos, en todos los ámbitos que ésta corresponde. Es gracias a esta que la sociedad es como la tenemos en la sociedad.
Debemos proponer acciones para que todos crezcamos en conjunto, y así existen movimientos en beneficio de todos.
"Ama a tus padres; Si te causan algunas ligeras incomodidades aprende a soportarlas. El pago y galardón que a tus padres dieres, aquel mismo debes esperar de tus hijos"
Tales de Mileto.



A MI PADRE:
No me des todo lo que te pida, aveces yo sólo pido para ver hasta cuanto puedo obtener.

No me des siempre ordenes; En vez de ordenes, si a veces me pidieras las cosas por favor yo las haría mas rápido y con mas gusto.

Cumple las promesas buenas o malas, si me prometes un premio dámelo, pero también si es un castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o remana.

Si tu me haces lucir peor que los demás, entonces seré yo quien sufra.

No corrijas mis faltas delante de nadie. Enséñame a mejorar cuando estemos solos.

No me grites, te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mi también y yo no quiero hacerlo.

Déjame valerme por mi mismo, si tu lo haces por mi, yo nunca aprenderé.

No digas mentiras delante de mi, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal            y perder la fe en lo que dices.

Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el "por qué" lo hice y me enseñaras a admitir mis equivocaciones también.

No me digas que haga una cosa y tu no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tu hagas, aunque no lo digas, pero nunca lo que tu digas y no hagas.

Enséñame a conocer y amar a Dios, pero de nada valen tus palabras si yo veo que tu no conoces ni amas a Dios.

Cuando te cuente un problema mio no me digas: "no tengo tiempo para boberias" o "eso no tiene importancia", trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme y dímelo, ami me gusta oírtelo decir, aunque tu no lo creas necesario.


                                                                                                     ANÓNIMO





No hay comentarios:

Publicar un comentario